Transmisión de ENKI –el Ser Espiritual del Más Allá–, tocando el tema de cómo trabajar de manera segura (Reglas de Seguridad en el Trabajo), en el contacto con el Mundo del Espíritu.
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ENKI: Antes de entrar de lleno al asunto, es decir en los mensajes, me gustaría transmitir algunos puntos que me ayudarán en el contacto con ustedes.
¿Qué es un “médium”?
He aquí un médium lo puede ser cada persona, porque cada persona es susceptible a la influencia de los espíritus. Las habilidades de los médiums son muy amplias, por eso es raro que suceda que haya gente despojada de estas habilidades. Se podría decir que hasta cierto grado cada persona es un médium. Hoy en día, este término “médium” se aplica a las personas que liberaron esta fuerza en ellos y son capaces de convocar a estos fenómenos. Estas propiedades no se manifiestan en la gente de la misma manera –se manifiestan de manera diferente–. La cantidad de maneras de contactarse es muy diversa, por lo que su número es múltiple. La cantidad de manifestaciones también es enorme, pero a esto todavía vamos a regresar y también a las formas de comunicarse.
Ahora, un tema muy importante. He aquí ¿qué espíritus o entes se contactan con nosotros? Esto es necesario para poder entender, porque de esto depende qué tipo de información obtenemos. Después de establecer contacto con el mundo extrasensorial cada Espíritu puede venir a nosotros. Aquí sería bueno distinguir, ¿cuáles son estos espíritus? ¿Cuáles vienen? Por eso el Mundo Espiritual está dividido en categorías de Espíritus.
Y ahora voy a contar cómo entender quién ha venido. Cada uno tiene derecho a venir –esa es la regla–. Los espíritus impuros tienen una gran propensión al mal y este es el propósito de sus acciones en la Tierra. A las preguntas hechas por la gente, proporcionan respuestas insidiosas, siembran discordia, desconfianza. Y lo que es peor –se ponen una máscara de bondad–, dicen ser Ángeles, se aprovechan de las personas débiles y asustadas, en cambio evitan a las que son fuertes.
¿Cómo reconocerlos? A ellos los delata el lenguaje que utilizan. Les caracteriza su grosería, su frivolidad, están impregnados de tendencias tales como: la sensualidad, contravención, los celos. Hacer el mal les provoca un gran placer y esto es un caldo de cultivo para ellos, les gusta meter a la gente en problemas y estos espíritus suelen venir cuando de las sesiones hacemos sólo una diversión. Entonces sucede que en vez de jugar con los espíritus, ellos mismos juegan pero con nosotros.
La siguiente categoría son los Espíritus Ligeros. A menudo vienen de manera tosca, irónica, no asumen ninguna responsabilidad por lo que hacen. Se les puede llamar diablillos. Se deleitan provocando en la gente distintas situaciones desagradables, pero no hacen el mal. Lo que hay de bueno en esto es que dependen de los Espíritus Superiores, a quienes sirven con frecuencia y deben escucharlos. Estos son los espíritus que en la vida estuvieron muy vinculados a la materia, a menudo hacen uso de las manifestaciones físicas tales como los golpes, el mover objetos, mostrarse como un espectro, a menudo se les nombra los fantasmas que “tocan”. Y aquí hay una aclaración más, que estos fenómenos los pueden causar todas las categorías de Espíritus, pero de esto se ocupan principalmente los espíritus ligeros. Los más altos dejan estos fenómenos en general a los seres inferiores, es decir a los Espíritus Ligeros, los cuales se mueven con mayor facilidad en la esfera de la materia, que en la esfera de los pensamientos elevados y durante la comunicación con la gente, estos espíritus dan testimonio de las buenas costumbres y bromas, pero siempre esto es superficial y poco profundo. Y aquí puedo advertir –se presentan bajo nombres de personas fallecidas–.
A nosotros nos deberían interesar los Espíritus de la Categoría Superior, es decir de tres categorías: los Espíritus Buenos, los Espíritus Favorables y los Espíritus Sabios, ya que con estos se debería trabajar. Ellos son los que interfieren en la vida de las personas haciendo el bien.
Los Espíritus Buenos tienen ya la ventaja de la vida sobre la materia y el deseo de actuar, y precisamente con esta misma misión llegan a la Tierra. La habilidad de estos espíritus, de actuar de acuerdo con el bien, depende del nivel de su desarrollo. Algunos alcanzaron la bondad, un alto nivel de conocimiento, otros a través de su misión de perfeccionamiento, y todavía en otros, estas cualidades mencionadas van de la mano con la moral alta. Ellos no se han limpiado del todo, porque mantienen todavía en la memoria las huellas de la vida en la Tierra y ven lo que hicieron. Entienden a Dios y Su infinidad, y ya van a conocer la felicidad justa, se alegran cuando pueden hacer algo bueno y prevenir el mal que tanto está presente ahora. A través de actuar bien se perfeccionan. Su función consiste en estimular los buenos pensamientos y sacar a la gente del mal camino, y lo más importante, cuidan de aquellos que se lo merecen. Pueden ser guardianes de la gente.
La siguiente categoría son los Espíritus Favorables y Sabios. Y aquí voy a explicar qué tipo de Espíritus son los Espíritus Favorables. Su atributo principal es hacer el bien. Ellos encuentran placer en el servicio y la atención a las personas. Su conciencia no se ha limpiado del todo así que a través de la gente se esfuerzan por el perfeccionamiento.
La última categoría son los Espíritus Sabios, los Espíritus Puros y los que son sólo limpios es decir la categoría primera de los Espíritus. Nosotros nos vamos a detener en la categoría de los Espíritus Sabios y Puros.
Los Espíritus Sabios –su principal atributo, es la muy alta conciencia moral–. Aunque de hecho no tienen un conocimiento ilimitado, su nivel les permite juzgar infaliblemente a las personas y los hechos. Cuando ya llega un Espíritu así, entonces se expresa con un lenguaje lleno de bondad, siempre digno, noble y sublime. También poseen un digno pleno sentido del humor, de esta manera quieren reducir la barrera del miedo que acompaña a la sesión. A menudo establecen contacto con los que desinteresadamente buscan la verdad y llegan a aquellos que no están muy vinculados con la materia. Evitando al mismo tiempo a las personas que se dejan llevar por la curiosidad o aún peor, los que quisieran someter a tal Espíritu. Tales personas, en el entendimiento de Ellos, no son dignas ni de hacer el bien ni de contactarse con esta categoría de Espíritus. Sucede que, en casos excepcionales tales espíritus se encarnan, y tienen tareas específicas asignadas a un trabajo en particular y entonces se convierten para la gente en un ejemplo de perfeccionamiento del cual se puede soñar en la Tierra.
La siguiente categoría – Los Espíritus Limpios. La más alta Categoría, la Pureza Absoluta, la Superioridad Moral. Ellos se elevan sobre todas las categorías de Espíritus. De hecho la gente se puede poner en contacto con ellos, pero sería presuntuoso pensar que se presentan en cada solicitud. En estas categorías se puede incluir a los denominados Ángeles de la Tríada. La Última es la Energía de Dios Altísimo, Quien también viene y también habla con una persona.
El siguiente tema es el de las manifestaciones espirituales.
Los Espíritus influyen en nosotros a menudo sin nuestro conocimiento, susurrándonos cómo tenemos que actuar. Casi siempre, nos parece que estamos haciendo algo bajo nuestra propia voluntad, pero en realidad no es así. Cuando en realidad nos sometemos a la sugerencia ajena, esto no debe ser entendido literalmente –no significa que el hombre no tenga libre voluntad, posee la razón–. Por el contrario –cuando el espíritu se viste de la materia terrestre conserva la libre voluntad y de hecho, él solo decide sobre sus acciones–. El Espíritu que vigila sólo ayuda a ver aquellas obras y a que se entienda lo que se está haciendo. El mensaje que fluye del espíritu no es una orden, a lo mucho es un consejo, sabio o tonto esto ya va a depender sólo de nosotros. Eso depende de qué tipo de espíritu fluye la información y entonces tenemos la respuesta. Los consejos a menudo fluyen durante el sueño, por eso se dice: “la noche trae el consejo”. Para entender al Espíritu se debe entender su situación, lo que él siente después de su liberación del cuerpo terrenal. Su nivel seguramente depende de hasta qué grado se ha limpiado el Espíritu. Y cuanto más limpio esté, entonces es más fácil para tal Espíritu vivir en la esfera extraterrenal.
En cuanto a los contactos espiritistas, las sesiones y la comunicación, se debe saber que cada manifestación que posee un objetivo característico, debería ser considerada una manifestación inteligente. Todas las demás, son manifestaciones exclusivamente materiales. Por lo tanto, recordemos –el lenguaje de los espíritus testifica acerca de ellos–. El lenguaje de los representantes de la Jerarquía Suprema está lleno de solemnidad, dignidad y nobleza. Sirve exclusivamente para transmitir su propia información de una manera que sea la más alejada de cualquier vulgaridad. La bondad y la nobleza son otras características de los Espíritus Limpios, no se alimentan de odio hacia las personas o hacia otros espíritus, por el contrario, les causa dolor las debilidades de las personas y de los espíritus, y por eso tratan de mostrar precisamente estas debilidades.
Nuestras preguntas hay que establecerlas siempre con moderación, prudencia y con prudencia hacia el Espíritu, y entonces serán escuchadas y fluirá la respuesta –una verdadera respuesta–. El que quiera entrar en contacto con los Espíritus debería poseer cierta información acerca de ellos, sin ella no se es capaz de valorar su posición y entender su lenguaje –que de por sí no es fácil para ambas partes–, e incluso a veces aparentemente se pierde en las contradicciones cuando hay contacto con ellos, por eso vale la pena conocer las maneras de comunicarse.
Los Espíritus y Entidades, tienen la opción de una variedad de maneras para comunicarse: se utiliza una mesita, pero esta manera es demasiado complicada si el Espíritu quiere transmitir más información. En este caso, sólo se pueden hacer preguntas a las que el Espíritu puede responder, es decir, con un “sí” o un “no”. Los Espíritus a menudo, al usar este tipo de manifestación, pertenecen a las jerarquías bastante bajas y responden a las preguntas sencillas. Los Seres de las filas Superiores no participan en este tipo de juegos. Los Seres Espirituales responden mejor en dos formas en las que se puedan entender. Estas son, el alfabeto y una rápida manera de transmitir el mensaje directamente a la mente, es mediante la voz. Esto se llama “psicofonía”. Y precisamente esta es la mejor forma que se adapta a los Seres Espirituales. La razón es que el lenguaje humano es muy lento y difícil, su lenguaje en cambio es rápido. Las informaciones las quieren dar con la mayor rapidez y en la mayoría de los medios, cuando utilizan una mesita u otra manera, simplemente no alcanzan a seguir el ritmo.
Volvamos todavía a los contactos escritos, es decir a la escritura automática.
Es muy simple. El Espíritu se viste con la mano del médium y ésta escribe. En verdad, casi todos poseen esta predisposición. Este método se llama “psicografía”. Todavía por un momento voy a volver a la manera de entenderse con la voz. Los Espíritus pueden transmitir sus pensamientos sirviéndose de la voz, sencillamente el médium escucha. Este método es adecuado para las respuestas más largas, es decir el método de la psicofonía. En términos de velocidad rebasa a la psicografía. También es ampliamente preferido por los Espíritus de las Filas Superiores, aunque este método puede despertar la desconfianza de los que no creen, sin embargo, esta es la mejor manera y aquí se necesita movilizar la fe. Sólo tiene este lado desfavorable, que no se ve aquí la manifestación física –esto representa una falta de interés para los que no creen–. Cómo no ver que esto es una ciencia, la cual recibimos de lo “Alto”, sólo se tiene que escoger el mejor modo de lenguaje para comunicarse con los Seres Espirituales y tener un Guía permanente, que es el que va a conducir.
Otra cuestión concierne a la voluntad del médium durante las manifestaciones.
Para entender al médium en las manifestaciones, se necesita saber cómo transmitir los pensamientos que vienen de los Espíritus. Cuando el médium invoca al Espíritu de las Filas Superiores, tal Espíritu está siempre en calma, actúa dignamente, con benevolencia, pero cuando se encuentra con un recibimiento inadecuado, se retira. Entonces otros espíritus de una vez toman su lugar, pero esto realmente no se lo deseo a nadie. Lo que sigue siendo un asunto muy importante es que cada Espíritu que llega habla en el idioma del médium.
Ellos no conocen la barrera del idioma. Para el Espíritu este no es ningún obstáculo. Voy a hablar todavía de una consideración importante, concerniente al uso de idiomas extranjeros. Si queremos por medio de esto poner a prueba al Espíritu, por lo general termina siendo una experiencia desagradable para ambas partes y en especial para el médium. A los Espíritus no les gustan los experimentos y aquí cito las palabras que a menudo doy: No necesitamos de los presumidos que consideran que nos están haciendo un favor al transmitir nuestras palabras. Somos nosotros los que elegimos a las personas para las sesiones y son en su mayoría personas muy pequeñas y muy humildes. ¿Alguna vez Jesús escuchó a los sabiondos cuando ellos exigieron milagros? ¿De qué tipo de personas el propio Jesús se sirvió para cambiar al mundo? Así fue alguna vez y así es ahora y si quieren entrar en este Camino, entonces primero intenten la sumisión. No cabe en el esquema de las cosas que el estudiante imponga su voluntad al maestro. Los mismos talentos no son suficientes para mantener las buenas relaciones con el Mundo del Espíritu. El médium debe despertar sobre todo la simpatía de los Espíritus Superiores. Su renuencia a los individuos de bajo nivel moral es bastante comprensible. ¿Entregaríamos nuestros pensamientos a alguien que no apreciamos? Por supuesto que no. A todos les gusta rodearse de personas inteligentes y buenas, y a los Espíritus también, pero tratamos de evitar a las malas personas, en tales personas la energía también es diferente.
¿Cuál es la influencia del ambiente en el transcurso de la manifestación?
Queridos míos – es un error creer que sólo los médiums atraen a sí mismos a los seres invisibles. En todo el espacio se encuentra una enorme cantidad de ellos y en la Tierra hay bastantes. En realidad, están casi todo el tiempo ante nosotros. Observan, se unen a la multitud, o evitan a las personas, y esto depende de cómo y a quién atraigan ustedes. Los Espíritus no son otra cosa más que almas liberadas del cuerpo y por lo tanto se debería tratarles como a tal espíritu vestido en la materia. Vemos cómo estos factores influyen en las manifestaciones extraterrenales. Cuando nos fijamos en este tema de cerca, se puede ver qué carácter poseen este tipo de reuniones y en verdad poco se diferencian de una conversación normal entre la gente. A través de la conversación se toma experiencia, esta experiencia nos permite disipar muchas dudas y desarrollarse a sí mismo. Los que están presentes en la sesión les debería unir un pensamiento en común, si éste está dirigido hacia buenos fines.
¿Y cómo comportarse ante los Espíritus? En general, en nuestros contactos con el Mundo de los Espíritus inmensamente importante es la manera en que llega a un entendimiento. Es necesario valorar bien los extremos de la escalera y hay que darse cuenta de que la gente siempre está en el escalón más bajo. También es necesario saber adaptarse a los determinados Seres Espirituales, no es suficiente ser todo el tiempo uno mismo, pero además todavía es necesario saber adaptarse al carácter de nuestros Socios invisibles. A nosotros nos van a interesar solamente las sesiones organizadas con fines serios, no nos debería interesar los juegos espiritistas o ir tras el sensacionalismo, porque no se trata de eso. Si alguien está buscando a los espíritus de la adivinación, entonces se puede decepcionar, porque los Espíritus no se encargan de estos asuntos. Eso se lo puede transmitir a alguna persona los espíritus ligeros o los malignos, y entonces estos se van a burlar y la persona recibirá una respuesta equivocada.
Ya había dicho que pusieran atención a esto, que ante estas reuniones, es muy importante la concentración y añadimos que no es menos importante la regularidad de las reuniones, lo importante es la humildad que debería haber en ustedes y todavía es necesario recordar algo, que los Espíritus no se presentan en cada llamada. Tienen deberes muy diversos que deben desempeñar. El siguiente asunto es también muy importante, y es que no hay un tiempo definido para la organización de las sesiones, sencillamente la elección es completamente indiferente. También, no hay ningún obstáculo para que las sesiones se realicen cada día. Esto tiene ventajas, porque entonces se puede obtener información sobre cómo proceder. Los Espíritus Limpios llegan de todas partes, ahí adonde les invocan las personas con corazones limpios, y además sus intenciones son nobles y entonces podemos decir con tranquilidad que una reunión de este tipo puede tener éxito. Lo importante es, y lo que deberíamos hacer, es ajustarse a su voluntad. Es de ellos, de los que en verdad dependen ustedes, sin su aprobación ninguna sesión tendrá lugar.
Existe la opinión de que al llamado, llega siempre el Ser Espiritual que se invoca –no hay nada más equivocado–. Nunca se puede estar seguro de quién viene a nosotros. El que viene por su propia voluntad siempre es más confiable que el que fue invocado. Después de todo, ustedes están rodeados de espíritus, entidades y estos que les rodean no siempre son Espíritus de las Filas Superiores. Tales seres espirituales por distintas razones residen ya sea en la Tierra o en sus cercanías, y con frecuencia esperan la ayuda, por eso es necesario ser muy cauteloso con las sesiones. Si una persona se vuelve un vínculo entre el Mundo Espiritual y la Tierra tiene entonces estas ventajas, que el destinatario viene y es una barrera para los intrusos. ¿Y cómo reconocer el espíritu que viene? – Ya sabemos, por su manera de expresarse.
La invocación a los Espíritus se realiza de manera muy sencilla, no se necesitan utilizar ningunos sermones sacramentales o fórmulas místicas, basta con invocar a Dios, diciendo: Te pido Dios Todopoderoso, que el Espíritu – y aquí mencionamos su nombre – se ponga en contacto con nosotros. Lo siguiente, en el nombre de Dios Todopoderoso, te pido que el Espíritu –y aquí se menciona este nombre– se ponga en contacto con nosotros. Cuando el Espíritu se aparece recibiremos la respuesta: “¿Aquí estoy, qué quieres de mí?”. El llamado a un Espíritu por Dios mismo debe tomarse muy en serio. El que usa el nombre de Dios para diversión y la declaración es sólo una fórmula sin sentido –no debería en absoluto tomar participación en las sesiones espiritistas–, porque esto se puede acabar muy mal para él, para la persona que lo está llamando y para los participantes.
¿Y en qué idioma se debe hablar con los espíritus? Esto es muy importante. El lenguaje que usamos ante los Espíritus debería adaptarse al grado de su desarrollo, pero siempre digno. Cuanto más alto sea el lugar que ocupan, más se tiene que respetarlos. El ganarse el favor de los Espíritus se hace después de todo, no con palabras, pero con la sinceridad del sentimiento. A los Seres Elevados, con seguridad la adulación no les va a gustar –conocen nuestros corazones–. El noble pensamiento dirigido hacia ellos es mucho más agradable que cualquier término favorecedor. En cuanto a las preguntas dirigidas a los espíritus se debe saber que las preguntas deberían referirse a asuntos de importancia y deberían ser establecidas de manera responsable. Las preguntas frívolas motivadas por una vacía curiosidad no les gusta a los Seres de lo Alto y además cuando ven que se les somete a prueba, entonces sucede que –entregan esto en las manos de los espíritus inferiores–, por eso no se deben hacer preguntas de prueba, insidiosas y las que provienen de las personas que desean convencerse sobre la existencia de los mismos espíritus y de sus conocimientos. Quien trata de ser más astuto que los Espíritus, testifica su completa ignorancia acerca del Mundo de Ellos y de su fuerza poderosa e inaccesible a los métodos actuales de investigación y experimentación. Deberíamos escoger el camino simple, es decir el camino del corazón y tal camino es el correcto, y si no podemos llegar a abrir el corazón es mejor abandonar las enseñanzas del espiritismo y el contacto.
Ya sabemos más o menos lo que podemos esperar de los distintos tipos de Espíritus. Algunos argumentan que es mejor no hacer preguntas y dejarles una completa libertad de expresión y esto es un error. Ya que el espíritu ha llegado, le gusta que las personas estén preparadas. A menudo, al principio pregunta: ¿qué quieres saber? ¿En qué te puedo ayudar? A veces los espíritus después de que hacen las preguntas simplemente guarda silencio –en este mundo también obligan ciertas leyes y simplemente no se les permite hablar–, por eso no se debe uno enojar o decir que el Espíritu es ignorante. La regla categórica prohíbe insistir cuando el Espíritu por cualquier razón, se niega a responder. Si la negativa no es definitiva, se puede pedir al Espíritu satisfacer nuestra curiosidad. A veces cede a nuestra petición, en cambio a una exigencia no cede nunca.
Todavía es necesario prestar atención a algo muy importante, que los Espíritus no son como mecanismos que podemos poner en marcha cuando se nos antoje. Ellos son Seres Inteligentes, Seres que transmiten sólo lo que quieren transmitir y nadie tiene algún modo para darle cualquier orden al ser espiritual. Cuando haya provocación, simplemente se escapa, por eso las preguntas deben estar relacionadas con asuntos importantes y estar establecidas de una manera responsable. Las preguntas frívolas permanecerán sin respuesta, y además las que son motivadas por una vacía curiosidad.
Recuerden, este tipo de preguntas no les gusta a los Espíritus Sublimes, por eso por lo general a esa persona o a esas personas les transmiten los espíritus inferiores. Lo peor que se puede hacer, es hacer preguntas insidiosas, intentando burlarse del ser que ha venido. Aquí puedo añadir que se puede burlar al mismo médium, en cambio con un Ser Espiritual no se puede hacer eso. Por eso con seguridad puedo decir –los Espíritus no son como mecanismos que pueden ponerse en marcha por el propio capricho–. Son muy inteligentes y nos transmiten sólo lo que quieren transmitir a los seres. La gente no tiene manera alguna de ordenarles nada.
¿Qué preguntas se deben hacer? Si, por ejemplo se hace la pregunta: ¿cuáles son los listados en la bolsa de valores? Y, ¿a qué apostar mejor? Bueno, ciertamente una respuesta a esto no la va a conseguir. Los Espíritus pueden ayudar a aguantar con valor estos tiempos difíciles en los que se vive actualmente, respetan la libre voluntad de las personas, la cual desafortunadamente les dificulta un poco su función. Los Guardianes Extraterrenales muestran el camino de la vida, pero cada uno debe decidir si quiere entrar en él. Otra pregunta que surge es cuando se le pregunta al Espíritu acerca del futuro, ¿es prudente esto? Sí y no; he aquí porque sí: se le permite a la gente que cambie su vida si después de tales predicciones se toma una actitud seria ante la vida. Por otra parte, ¿por qué no? Pues bien, los Espíritus conocen la debilidad de la psique de la gente y la apertura de los velos del futuro puede traer mucho mal. Por supuesto, el futuro de cada persona le es conocido a los Seres Espirituales.
Se plantea la pregunta entonces ¿cuáles deberían ser los temas de las reuniones? Pues bien, tan a menudo sucede que el grupo, ante el llamado del Espíritu, se esfuerza por invocar a algún pariente o amigo, o alguien famoso. La verdad es esta, si una persona todavía tiene regresos, es decir que no tiene arreglada su relación con la Ley Divina, entonces no va a acudir al llamado, a tal reunión se presenta en un Espíritu Ligero, ninguno de la escala de los Espíritus Elevados. Se pueden hacer las preguntas, ¿cómo es la existencia extraterrenal? ¿Van a responder? Va a responder. Y esto permite en cierto grado cambiar la vida presente. Para la mayoría de la gente, la vida futura se esbozaba en una forma muy teórica, pero a través de tales contactos se puede ver claramente y con gran detalle.
Por eso opino, que para esto es necesaria la ayuda de este Segundo Mundo. Los Espíritus de los Seres Elevados proporcionan tanto la instrucción como consejos, extremadamente valiosos. Los espíritus bajos también pueden ser útiles en algunos casos, también pueden ayudar y mucho, y además muestran la naturaleza del hombre, sus debilidades y su esfera moral.
Volvamos a los Espíritus Superiores, los cuales son capaces de proporcionar respuestas a las preguntas concretas.
Podemos entonces pedir declaraciones concernientes a la sociedad, la Tierra, en la cual viven las personas y también se puede preguntar acerca de tales asuntos como el orgullo, la codicia, los celos, el odio, la ira, el amor.
Los Espíritus Elevados son capaces de darnos valiosos consejos sobre cuestiones más prácticas. Las preguntas que se hacen también dependen del nivel del médium. Cuanto más educado sea el médium, más difíciles pueden ser las preguntas, cuando el médium es sencillo, sin educación, las preguntas también deberían ser simples, porque cuando el médium no entiende la pregunta, no se la transmitirá al Espíritu y el mismo Espíritu debe dar tal respuesta para que el médium entienda y transmita la pregunta.
Y mi consejo para los principiantes – La primera pregunta que se debe hacer uno mismo es esta: “¿Realmente quieres ser un enlace entre el Mundo Extraterrenal y la Tierra?”, Se puede convertir en él después de convencerse de la rectitud de su decisión, entonces la persona trata de imponer cierto orden a su alrededor, cambiar su vida –y esto es bueno–. Este no es un camino sembrado de rosas, requiere una enorme autodisciplina y este estudio debe abordarse con prudencia, y con autodisciplina es necesario tener cuidado para no caer en el fanatismo. Si este estudio se toma seriamente, entonces nada les amenaza.
¿Y qué cosa buena puede dar el sembrar el espiritismo? He aquí, los opositores a esta enseñanza, trataron de una vez de ridiculizar a sus seguidores tratándolos como unos locos.
Este método resultó ser ineficaz y el número de personas que se ocupan de esta enseñanza todo el tiempo sigue creciendo. Entre ellos se encuentran mentes de gente sobresaliente, a la cual –de acuerdo a los que tienen una opinión no favorable acerca de dicha gente– se debería encerrar a toda en un hospital para enfermos mentales. En este caso, en la actualidad a mucha gente se le tendría que encerrar en los hospitales, por lo que empezaron a utilizar nuevas armas. Se empezó a sentir pena por el destino de las personas que aparentemente se exponen al peligro por esta ciencia.
Se trata de una nueva ciencia, así que dejemos que se desarrolle. Si fuera una enseñanza mala, ella misma fallecería de muerte natural. Hay algo interesante –y de hecho los propios opositores han contribuido al desarrollo de esta ciencia– precisamente fueron los ataques los que provocaron que la gente empezara a sacar la mano por este fruto prohibido. Fueron los ataques los que le dieron a esta enseñanza el sabor de “fruto prohibido”.
Hoy en día, la comunicación con los espíritus es parte de la realidad, porque a través de los contactos se puede obtener mucha información, adquirir conocimientos, recibir ayuda del conocimiento secreto y más. Esta misma ciencia del espiritismo de ningún modo amenaza a la religión misma, al contrario. Y por lo tanto, si ustedes debilitan la creencia en los espíritus, entonces están cuestionando a Dios mismo, porque Dios mismo es Espíritu. La gente en realidad no tiene miedo de los propios espíritus. Tiene miedo de caer en desgracia de los que defienden estar contra esta ciencia. La mayoría de la gente tiene miedo de que los “locos” que tienen contacto con los espíritus, destruyan a la Iglesia misma y lo que ella predica. Y continúa el pensamiento erróneo –qué tan débil es la fe de la gente–. Después de todo, Jesús dijo: “¡La fe debe ser tal, para que incluso las puertas infernales no prevalezcan!”.
Y ahora comprobamos si existe un conflicto entre el espiritismo y la religión. Estos Espíritus supuestamente peligrosos dicen: Amen a Dios por encima de todo y al prójimo como a ti mismo. Los Espíritus continúan diciendo: Sean entre ustedes como hermanos. Perdonen a los enemigos, olviden los insultos, hagan a otros lo que les gustaría experimentar a ustedes mismos. No se detengan en evitar el mal, sino hagan el bien, soporten con humildad y paciencia las dificultades de la vida. Despójense del egoísmo, de los celos y el odio. Después de todo es lo mismo que dijo Jesús: “Vivan en pleno acuerdo con el Evangelio”.
Los Seres Espirituales advierten contra el mal comportamiento, dan sus propios ejemplos y sus propios errores. Hablan de la existencia del castigo y de la necesidad del ajuste de cuentas en el futuro. Por lo tanto ¿esta ciencia y estos contactos son malos? ¿Es malo presentar a la personas su futuro destino y mostrarles el camino? ¿Qué hay de malo en decir la Verdad? Los Seres Espirituales tienen un enorme respeto por cada religión bajo una condición, que diga la Verdad sobre la intención Divina.
Y ahora puedo decir con firmeza qué ha hecho exactamente el espiritismo. He aquí, revivió en más de un corazón, la confianza en la Providencia, despertó la fe en Dios. En muchos momentos de desesperación despertó la esperanza, impidió muchos suicidios, en numerosas familias restableció la paz y la armonía, introdujo el amor, alivió el odio, calmó las pasiones primitivas, llenó el alma de confianza. ¿Es por lo tanto algo malo? –pregunto–. ¿El espiritismo, por lo tanto es peligroso para el orden social y la moralidad pública?
La doctrina, que se está separando del odio, del egoísmo, que proclama el desinterés, el amor al prójimo sin diferencia de raza, credo, color de piel –¿algo así puede ser una fuente del mal?–. Al contrario, la proclamación de lo que tienen que decir los Espíritus puede resultar ser una salvación para el mundo. Si todas las personas entendieran las reglas de estas ciencias y quisieran ajustarse a ellas, entonces una persona nunca debería tener miedo de otra persona. Y exactamente a esto lleva la “locura” de la ciencia del espiritismo –a perfeccionarse a sí mismos y llegar a saber lo que realmente es la vida–. Es por eso que un grupo de personas se esfuerza para que durante la manifestación se vea algo más que sólo una diversión, es muy apreciada.
Ya es hora de liberar a la gente de las supersticiones y la religión misma no va a perder nada por este motivo y sólo puede ganar. Me gustaría transmitir para terminar, unas cuantas palabras que ayudarán a entender lo que he transmitido. He aquí, la base del nuevo conocimiento es la fe. Esta nueva fe es el aprendizaje acerca de los Espíritus. Esta ciencia habla acerca de la existencia del Mundo de los Espíritus y que éste puede influir en el Mundo Material.
En esta transmisión mía me dirijo a las personas que se han convencido o que se van a convencer de que el Mundo Espiritual existe. Me dirijo a aquellos que ya están buscando: mantengan los ojos y oídos abiertos ¡en su búsqueda! Me dirijo a aquellos que niegan: mantengan los ojos abiertos y observen, analicen los hechos y cuando se presente la oportunidad, comprueben. Los Seres Espirituales respetan sus creencias, así que quieran respetar a aquellos que ustedes no pueden ver. Eso es todo lo que los Seres Espirituales les piden.
Y una cosa más. ¿Para qué los seres espirituales bajan a la Tierra?, –o de otro modo–, ¿para qué necesitan estas experiencias? He aquí, las necesitan para limpiarse. Los espíritus que experimentan las dificultades de la vida corporal, lo hacen para alcanzar la purificación. Cuando el espíritu se libera de la materia, es consciente de sus imperfecciones, por eso el acto del libre albedrío en sí, selecciona el tipo de experiencias que más necesita para continuar su desarrollo durante los siguientes recorridos terrenales. Si el recorrido es muy difícil, entonces ocurre algo así como un paso atrás en el desarrollo del espíritu. Y el Espíritu Protector, es un espíritu que se recibe para toda la vida y puede suceder que se reciba un espíritu malo y entonces tal espíritu ya revestido de la materia tiene una vida muy dura, tal persona tiene la impresión de que está siendo castigada por toda su vida. Es una dicha tener un Buen Espíritu, que nos guíe y lo haga por el buen camino.
Gracias.